ÀngelDeLaGuarda

Ángel de la Guarda es una reflexión en torno a la búsqueda de la identidad a través de lo etéreo e intangible.

Creer que hay alguien que te protege en este viaje es un acto de fe que construye y constituye la propia identidad. Bajo esta premisa planteo una obra instalativa y ritualista.
A sabiendas de las connotaciones religiosas que tiene esta pieza, me valgo del gesto del rezo como acto de recogimiento y de escucha para la “comunicación ancestral”.
La universalidad del gesto me permite crear una dramaturgia en torno a la pieza por la que el espectador puede sentir el estado de paz y protección.

El proceso de este proyecto es el siguiente: en primer lugar, se realiza una corta entrevista, de una sola pregunta, a la persona que cree tener un Ángel de la Guarda al mismo tiempo se toma el molde de sus manos en posición de rezo. Acto seguido, escribo una carta a cada uno de los ángeles con un bolígrafo a punto de terminarse para que, por azar, no todas las palabras queden escritas y poder leer en voz alta todas aquellas invisibles. Por último, y una vez cocida la pieza, se quema entre las manos de barro la carta, manchando el interior de las palmas y finalizando así el ritual.

Todas las piezas irán expuestas encima de un espejo con las cenizas de la carta quemada entre las manos.